Me gusta la niebla, me encanta que me envuelva con su fría humedad, absorbe los sonidos y me los devuelve transformados, y el olor que tiene, indescriptible. Los días de niebla ni siquiera me molesta no ver el sol, que haya más atasco, o que se me cale hasta los huesos. Debe ser porque no es habitual, pero la siento, más que como un inconveniente, como un regalo especial.
Me enamoré de la niebla el día que la vi con otros ojos, los ojos de Merlin en Excalibur. Fue en ese momento, cuando el mago la utiliza para llevar a cabo un sortilegio, que vi su poder mágico, su verdadera naturaleza. Porque, cuando estamos en la niebla, ¿acaso sabemos lo que está pasando más allá de ella? En Excalibur sirvió para cambiar el aspecto de un hombre, como una transmutación imposible. En nuestro mundo ¿qué hará?
A veces dejo que mi cabeza vague a su aire en medio de la niebla, empiezo a pensar que quizá quien puso la niebla lo hizo para que no viéramos un truco de magia, como en la película, y que a lo mejor cuando salgamos de ella podríamos estar en otra parte, ¿te imaginas aparecer en el mismo atasco, pero sobre el puente de Brooklin? O en otro momento, otro siglo, en mitad de una batalla, rodeados de romanos. Seguro que hay una película que trate de eso, tengo que enterarme.O a lo mejor la niebla no la ha puesto nadie. A lo mejor son sólo las nubes, que a veces bajan a oler la tierra.
2 comentarios:
Muy bueno tu blog!!
te invito a visitar mi blog
www.fansalejandromontreal.blogspot.com
Vi que te gusta Whitesnake, este cantante tiene covers de él en castellano, besos!
Que imaginacion mas creativa. A mi puestos a imaginar me gustaria ser observador de la edad media.
Mi sueño.
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