martes, 21 de octubre de 2008

65


Hace tiempo leí en alguna parte que se había propuesto una jornada laboral de 65 horas semanales. No sé ni cuándo lo leí, porque hice el mismo caso que a cualquier otra chorrada de las muchas que se publican, ¡quién iba a promover eso! Pues es obvio que alguien lo está haciendo, porque hace unis días me lo envió una compañera por mail, varios meses después.

Sigo pensando que es algo absurdo, una involución en toda regla que no tiene ningún sentido: trabajar 13 horas de lunes a viernes, o casi 11 si fuera de lunes a sábados. De repente pensé en mis abuelos, que no sabían qué era eso del fin de semana, creo que trabajaban 7 días a la semana, librando alguna tarde. Nosotros entraríamos a trabajar a las 8 de la mañana, ¡y no saldríamos hasta las 9 de la noche!

La verdad es que, bien mirado… Con 13 horas de trabajo (que no de jornada, que es más), no tendríamos tiempo para comer, con lo que tendríamos que engullir un sándwich en nuestro puesto. Saliendo tan tarde (y muertico de hambre) llegarías a casa destrozado de cansancio con tiempo justo de ducharte, cenar y dormir. ¿Cómo nos deja eso? Malcomiendo un sándwich al mediodía y cualquier cosa rápida por la noche, el ahorro en la cesta de la compra se notaría muchísimo; precisamente por comer mucho menos, también ahorraríamos lo del gimnasio, lo del padel… Y estaríamos monísimos y tipazos; con lo tarde que saldríamos de trabajar, no habría tiempo para ir de cervecitas con los compañeros, otro pico que nos ahorramos; y como esa jornada es mortal de necesidad, los fines de semana los pasaríamos durmiendo como osos: ni cine, ni copas, ni na de na que se haga fuera del dormitorio. Y esto sólo si hablamos de dinero, que ni que decir tiene lo bien que nos vendría no ver tanta tele: Pues ale, como hay que dormir… se acabó la caja tonta. Total, que seríamos todos modelos y con el sueldo limpio de gastos inútiles y muy desintoxicados de televisión.

Hay que buscarle el lado cómico, porque si no tendríamos que echarnos a llorar. Si a día de hoy ya sólo sobrevivimos, y mal llevamos una familia, unas amistades, aficiones… todo de refilón porque no tenemos tiempo libre con una jornada de 40 horas (más comida, desplazamiento, atascos), imaginémonos nuestra no familia, no amigos y no vida.
Me da miedo pensar en la clase de sociedad hacia la que vamos, sin remedio, ¿Qué se puede hacer ante una medida que se amenaza? ¿Nos ponemos a chillar por la calle? ¿Como cuando la guerra de Irak? ¿Nos harían los gobiernos el mismo caso que en aquella ocasión? Y seguro que ahora los medios dirán que esto de las 65 horas es por la crisis, cuando resulta que yo ya lo había leído hace meses. Las crisis son tan oportunas, permiten a las empresas decir que pierden dinero cuando tan sólo han reducido la ganancia. Pues nada, oye, que nos metan a trabajar de sol a sol, vas a ver qué bien les va a ir a los negocios como los restaurantes, cines, gimnasios, academias, supermercados, peluquerías, tiendas... vamos, todos los que se alimentan de la gente en su tiempo libre. Aunque mira, a lo mejor empezamos a ver que todos los negocios abren 24 horas, porque claro, como no nos cazaran a la hora de dormir no tendríamos otra ocasión de ir.

¿Merecería la pena vivir sólo para trabajar y dormir? ¿La idea no era al contrario, trabajar para vivir y dormir para soñar?

No hay comentarios: