lunes, 6 de febrero de 2006

Más montaña rusa


Qué época más rara que estoy viviendo, tengo ratos de angustia extrema mezclados con momentos de alegría y carcajadas hasta las lágrimas y el dolor de estómago.

Ya había trabajado en empresas dirigidas por locos, pero los de aquí se llevan la palma, jamás había llegado a sentirme perseguida como aquí. Y encima tampoco es así de claro porque ves que no es sólo contigo, sino con cada bicho viviente que hay en la oficina, hay para todos. ¿Y por qué no he pegado un portazo ni he salido corriendo? Porque me lo paso con mis compañeras como nunca. Tenemos una unión y una complicidad únicas, por eso nos machacan tanto los jefes, tienen una envidia que no pueden aguantar. Lástima que parezca que una cosa va unida a la otra. Cuando me vaya, lo voy a pasar mal sin Mercedes ni Marta, las voy a echar mucho de menos.

También he vuelto a viajar en Metro, es más pesado pero tiene sus ventajas: puedo leer o dormir por el camino, puedo ir despreocupada porque ya no conduzco, y lo mejor de todo, veo unos amaceres realmente increibles.

Sé que esta situación me está desequilibrando mucho, sólo espero que dure poco, porque me he dado cuenta de que soy realmente débil de mente, aguanto la presión de pena y enseguida me angustio. Sólo últimamente estoy siendo capaz de ponerme una pequeña coraza y me libero antes de la angustia. Eso es lo que me ha hecho poder disfrutar este fin de semana en Sevilla, no he pensado en lo que me esperaba el lunes, ni en si alguien me iba a abroncar por algo que no ha ocurrido... lo cotidiano. Me ha gustado ser inteligente este fin de semana.

De todas maneras, y aunque sea capaz de desarrollar algún tipo de defensa, sigue siendo un ambiente muy poco saludable. Si estás todo el día entre enfermos mentales, algo se te pega sin más remedio. Espero que me quede poco por estos barrios.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ay! es que no hay un trabajo normal en este mundo? Algún día conoceré a alguien que esté contento/a con su trabajo? (Bisbal, no cuenta)...
Al menos, primuki, tienes suerte de tener esas amistades allí, que te ayudan, seguro, a hacer el día más ameno. Disfrútalas.

TQ, wapa.

Tertxu.