miércoles, 6 de abril de 2005

La Cobardía


Estoy empachada. Me acabo de dar cuenta de que mi agresividad y hastío de los últimos días se debe a un lleno total de cosas que me desagradan profundamente. También he visto que me pasa cada cierto tiempo, me tiro una temporada tragando cosas que no me gustan y que no me hacen nada feliz, y cuando rebosa ¡plaf! reboso.

Y ¿por qué trago cosas que no me gustan y no me hacen feliz? Supongo que no hay una sola razón para hacer las cosas, a veces se junta un poquito de esto, de lo otro, como en una receta. Podría ser por no estar todo el día peleándome con la gente que me rodea, si a cada uno que te dice una chorrada tuvieras que decirle que no estás de acuerdo y por qué, no haría otra cosa. También es porque mi imagen de persona "agradable" se iría a la mierda, y la verdad es que se vive mucho mejor si los demás piensan que tú no lo haces.

Pero la verdad es que trago por cobardía. Si expresara mis opiniones, si viviera mi vida tal cual la siento, tendría que oir cosas que, muy a mi pesar, me hacen daño. Recuerdo adjetivos como contestataria, rebelde sin causa, protestona, problemática, que si fuera una persona fuerte me los pasaría por el arco del triunfo. Pero no lo soy, no he aprendido aún cómo ignorar determinadas críticas, basadas simplemente en el rechazo irreflexivo de una opinión diferente, más que en un análisis de esa opinión. Así que por ese miedo al rechazo, a la crítica sin piedad que he llegado a recibir, trago. Y he aprendido a otorgar con mi silencio, a pasar por intransigente mientras tolero la presencia a mi lado de gente injusta, etc.

Pues sí, hoy me toca quejarme, porque me da la gana y ya está. Y me quejo de la hipocresía, de la mediocridad, de la falta de modales, de la educación (más bien de su ausencia), del egoísmo, del racismo, del machismo, del feminismo, del individualismo, de la suciedad, del ruido...

Pues ale, ya he tenido mi pataleta, ahora a currar que ya es hora.

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