viernes, 21 de enero de 2005

¡Qué suerte!


Estaba oyendo la radio, y han dicho que viene Bryan Adams a España. Enseguida he buscado en el priódico la noticia, porque he oído de refilón algo de unas peticiones un pelín curiosas del muchacho. Tampoco es demasiado excéntrico, la verdad, pero siempre me resulta curioso ver en qué bobadas se fijan: una marca determinada de coche, de agua, un número exacto de toallas... Me hace pensar en la suerte que tiene esa gente, y no porque tengan mucho dinero, o porque se desviva todo el mundo por saciar sus caprichos, sin por los caprichos en sí. Si no se te ocurre nada más que pedir que esas gilipolleces, y por anticipado (como si no se pudieran pedir toallas al hotel en cualquier momento), es porque se supone que todo lo demás de tu vida ya está bajo control: tienes comida y trabajo, tu familia está bien, tienes casa, etc. ¿O acaso os imagináis a un señor de Senegal preocupado por el número y color de sus toallas? Pues eso.

Qué suerte tienes, Bryan Adams, que puedes perder tu tiempo así.

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